02 diciembre 2008

“SUBJETIVIDAD, ESCUELA Y PSICOLOGÍA”

Condiciones de producción de subjetividad contemporánea en contraposición con la moderna:

El proyecto moderno ha causado importantes transformaciones socioculturales en la vida cotidiana de los hombres. Los idearios de este proyecto han provocado rupturas en la construcción del sentido del tiempo, el abandono de la temporalidad del ciclo para pasar a la producción; la implementación de nuevas formas de producción industrial mecanizada, estandarizada; nuevas formas de organización del saber; una fuerte centralidad del estado con instituciones que regulan las conductas de los sujetos. Todos estos cambios han transformado el sentido de vida cotidiana de los sujetos, la cultura y la forma que tienen de concebir al mundo.
Entonces los procesos de enculturación producidos por la operatoria del Estado Nación, están ligados a la formación del ciudadano. Una característica que rige a todas las instituciones modernas es que todas funcionan de la misma manera. Se establece una relación analógica en donde los sujetos interiorizan una lógica y lenguaje común, que los habilita a saber manejarse en todas las instituciones.
La escuela es una de las instituciones que integran el Estado Nación. La subjetividad pedagógica tiene que ver con órdenes que son constitutivos del contrato didáctico. A continuación detallamos éstos órdenes escolares:

Saber:
se establecen concepciones en donde se define ser educado, ser culto, ser inteligente, etc, son jerarquizaciones simbólicas. Hay relaciones asimétricas en el aprendizaje, conformación de lógicas de lectoescritura. Se piensa que el saber es transferible y acumulable, y el docente es una figura legítima de transmisión del conocimiento y se le reconoce su nivel de autoridad.

Espacio temporal: en la sociedad industrializada se genera un tiempo subjetivo percibido como un flujo invariable. Se percibe el tiempo del progreso que supone acumulación, evolución, etc. Y en relación a la construcción del espacio se entiende que son instituciones disciplinarias que operan a partir del espacio del encierro, y la arquitectura de estas instituciones responden a esta idea. En donde pertenecer y estar dentro son sinónimos.

Cuerpo: los hábitus se in- corporan a través de las prácticas, modalidades verbales y corporales. En la escuela hay prácticas organizadores del tiempo y del espacio. Hay una marcada diferenciación de géneros. Hay disciplinamiento a través de valores como el aseo, la prolijidad, destreza física en los hombres y la motricidad fina en las mujeres. Una característica es la exclusión de la sexualidad.

Sociabilidad: el lazo social con el otro se establece en forma vertical-autoridad y horizontal-sociabilidad. Somos semejantes en torno que compartimos un otro.

La idea de subjetividad supone pensar como dice Lewkowichz que cada situación histórica genera su concepto práctico de hombre. Es decir, se genera a partir de prácticas específicas, intervenciones, marcas corporales, enunciados, discursos, etc.

La pregunta del quienes somos vuelve sobre nosotros muchas veces inconclusa. Pensarnos defenirnos a nosotros mismos desde nuestro ombligo, y desde la mirada ajena, que también nos define.
Llegamos a la conclusión de que los tiempos han cambiado, de que la existencia de hoy no es igual a la de décadas atrás, de que los parámetros que consideramos normales, para las viejas generaciones son poco menos que escandalosos.
Se trata de una mutación que avanza conforme cambian los tiempos cuando los paradigmas parecen caer sin dar mayores explicaciones a las realidades que golpean y quedan fuera de toda lógica. Esa lógica moderna que todo lo analizaba de acuerdo a sus necesidades, que creo sujetos funcionales a sus designios, que nos tuvo y nos tiene aun, aunque sus dispositivos comiencen a agotarse, entre sus paredes, habitando sus formas, cumpliendo sus tiempos, formando parte de sus instituciones, educándonos en su escuela.
La escuela como el recinto que marca y amolda, que instruye, en sentido mas técnico, que controla vigila y disciplina. Fue el eslabón privilegiado en ese pasaje del sujeto por las instituciones, en ese encadenamiento transferencial que marcara Lewkowicz, de las manos de la familia a la escuela, y desde allí, a una constitución subjetiva propia de la modernidad. Se trata de la subjetividad pedagógica que la institución escolar asociada a los tiempos del Estado Nación, supuso en cada uno de nosotros, sus alumnos.
Esa escuela moderna, era el predominio del saber, el programa se cumplía a estrictamente, sin que eso implique que se entendiera mas o mejor, el conocimiento se volvía transmisible, el alumno dejaba su vacío cuerpo de contenido elaborado, que el docente ya había acumulado en sus años de estudio. Todo eso atravesado por estrictas y autoritarias relaciones de poder que ejercían control estableciendo lo que estaba bien y lo que no. Había que “educar al soberano”, como la base de la institución en las épocas nacionales del auge moderno.
Finalmente esta fábrica producía lo que había iniciado la institución familiar, un sujeto integro, formado, disciplinado, sujetado a las normas modernas de entender la vida. Entraba un niño y salía un hombre preparado para asumir, las responsabilidades ciudadanas cuando se lo considerara un adulto.
Al mismo tiempo los modos de identificarse y manifestar esa identificación cambiaron, ya que cambiaron los modos en los que se inscribe el sujeto, que en sus búsquedas cotidianas probablemente no se reconoce en la institución para muchos devaluada, que es la escuela moderna, tomando a la actualidad como un tiempo de devenir, de antinomia entre la modernidad y la posmodernidad para dar nombre a un periodo que aun no tiene definiciones que delimiten su proceso como la que le antecedió.
Es la posmodernidad la que postula el agotamiento del modelo del Estado Nación, la destrucción de las instituciones, y como consecuencia el estallido de esa subjetividad pedagógica que la escuela moderna había estipulado.
En este contexto es que podemos apreciar el cambio, de que somos, de cómo se conforma el sujeto, como señalábamos al principio, de porque esa constitución subjetiva es situacional.
Uno de los cambios que se evidencian es la mediación tecnológica: “la televisión, las computadoras y los videojuegos aparecen creando nuevas condiciones en la transmisión cultural, nuevas reglas de juego, nuevas operatorias de subjetivación” explica Débora Nakache.
Hay quienes plantean la abolición de esos Otros, que antes servía de fundamento para la constitución de la propia subjetividad, para la elaboración del discurso propio, que por oposición definían al sujeto.
“Ninguna de las figuras del otro vale en la posmodernidad.. ninguno de ellos tiene el prestigio necesario como para imponerse” establece Robert Dufuor que en consecuencia va a hablar de un “sujeto autorreferencial”, que se funde a si mismo sin ese punto de apoyo.
Pero ¿porque no pensar esta cuestión de una manera diferente? ¿Porque no analizar que lo que cambio fundamentalmente fue el lugar de esos Otros si pensamos en las instituciones devastadas? Si el Estado Nación ya no es el modelo, si la familia esta desconfigurada, si la escuela se volvió un galpón y desposito; los Otros institucionales ya no constituyen la subjetividad como antes. Y esa subjetividad, que era pedagógica, devino en una mucho mas actual que algunos denominan la Subjetividad Mediatica o Posmoderna.

Modos de aprendizaje:
(síntesis)

Según Piaget, explicaría el desarrollo cognitivo como un espacio temporal, en donde unas etapas suceden a otras y va aumentando la complejidad. Explica que hay mecanismos de construcción del conocimiento, en un proceso de interacción. Sujeto y objeto se construyen mutuamente a partir de la interacción dialéctica que surge entre ambos.
En el momento en que el alumno participa del proceso de enseñanza y aprendizaje, según la teoría de Piaget se generan mecanismos de construcción del conocimiento. Conocer al objeto implica incorporarlo a esquemas de acción y todo conocimiento supone una asimilación. La asimilación está acompañada de la acomodación, proceso que supone la modificación de los esquemas de acción del sujeto. El interjuego entre asimilación y acomodación da como resultado la adaptación. Entonces habría que pensar la inteligencia del sujeto como la posible adaptación al medio. Y el mecanismo de adaptación es inseparable de la organización, proceso que permite la coherencia interna y sistematización. Además, el proceso de construcción de conocimiento del sujeto no puede entenderse sin la mención del proceso de equilibración, a raíz de una perturbación se produce un desequilibrio y a través de los mecanismos de regulación se pasa de un estado de menor conocimiento a uno mayor.
La etapa operatoria formal, característica del pensamiento adolescente y adulto. En donde la reversibilidad del período anterior se complejiza, y da lugar al conocimiento abstracto, hipotético deductivo, se desprende de lo real para acceder al conocimiento de un mundo posible.
Igualmente hay que aclarar que esta teoría de Piaget no debería ser aplicada directamente a la práctica de enseñanza, cosa que no sucede comúnmente. El docente debería estudiar cómo utilizar lo que le ofrece la psicología, desde una práctica pedagógica.

Según Vigotsky, que explica los procesos mentales superiores, y habla de un sujeto cultural en constante interacción social y da importancia a la mediación cultural. Piensa al sujeto dentro de la cultura, en relación con los individuos y el contexto cultural. Las estructuras se modifican según las condiciones de vida social, según los sistemas mediadores.
El proceso psicológico superior tiene que ver con la apropiación progresiva de nuevos instrumentos de mediación. En donde la constitución subjetiva está relacionada con la interiorización de herramientas, discursos y prácticas culturales. Propone la zona de desarrollo próximo como construcción teórica en donde el individuo aprende con ayuda del otro.
Dentro de esta zona nos situaríamos para plantear la situación de aprendizaje como un lugar de interacción entre los sujetos con diferentes niveles de experiencia en relación a los contenidos dados. En donde el individuo con menos experiencia se apropie del conocimiento orientado por otro que tiene mayor destreza. Esta forma de aprendizaje podría visualizarse en los trabajos en equipo, en los debates colectivos, etc. La idea es que luego el alumno logre resolver los problemas en forma autónoma.

Según Ausubel, que elabora una teoría cognitiva del aprendizaje humano en el aula, explica que en el aprendizaje escolar hay dos procesos o dimensiones (que son continuos y no estancos) que dan lugar a cuatro clases de aprendizajes: recepción y descubrimiento, significativo y mecánico. La teoría de Ausubel se centra en el aprendizaje verbal significativo. Rápidamente explicamos en qué consiste cada aprendizaje:
Aprendizaje por recepción: el alumno recibe los contenidos que debe aprender en forma final, acabado. No necesita realizar ningún descubrimiento, más allá de la comprensión y asimilación.
Aprendizaje por descubrimiento: el contenido no se da en forma acabada, debe ser descubierto, que se realiza antes de ser asimilado. El alumno reordena el material adaptándolo a su estructura cognitiva previa hasta descubrir las relaciones, leyes, etc.
Aprendizaje significativo: su contenido puede relacionarse de un modo sustantivo, no arbitrario, con los conocimientos previos del alumno. Da significado previo a los contenidos que asimila.
Aprendizaje repetitivo: los contenidos de la tarea son arbitrarios, el alumno carece de conocimientos necesarios para que los contenidos resulten significativos.
Desde el aprendizaje significativo, la idea es interpelar a los sujetos desde esos saberes previos para que logren realizar la significación del aprendizaje, y no sea una mera repetición memorística.
El rol del docente sería programar, secuenciar, organizar contenidos para que el alumno pueda realizar un aprendizaje significativo, generar nuevos conocimientos en su estructura cognitiva previa, y evitar el aprendizaje repetitivo.
El docente debe fomentar actividades de aprendizaje por recepción promoviendo una comprensión precisa e integradora de nuevos conocimientos. Lograr la adecuada integración de los nuevos conocimientos en la estructura cognitiva previa al sujeto.
Una pista sería contemplar los organizadores previos de los alumnos como un puente entre lo que el sujeto ya conoce y lo que necesita conocer. Un material introductorio de mayor nivel de abstracción, generalidad e inclusividad, que el nuevo material que se va a aprender.

La evaluación y la Calidad Educativa

Todos los sujetos tienen diferentes construcciones de mundo según que procesos sociales, culturales, históricos, políticos los atraviesen en un tiempo y lugar determinado. Estas construcciones de mundo van a responder a un posicionamiento marcado respecto de la realidad. Y según éste posicionamiento, diferentes van a ser los conceptos que desarrollen de educación y evaluación.

Se entiende que evaluar es emitir un juicio de valor. La evaluación “es el recurso para proporcionar información sobre las prácticas educativas. Esa información debe ser valorada, para ayudar en la toma de decisiones de quienes intervienen en las mismas”. (Coscarelli. 2000. pág.3) “El objeto básico de la evaluación es proporcionar elementos para la comprensión de lo que sucede en el aula….un acto de problematización que posibilita el entendimiento de lo que está pasando”(Diaz Barriga. Pág.138)
La evaluación es una práctica compleja, ya que “consiste en un proceso de adquisición, elaboración de información y expresión de un juicio a partir de la información recogida”. Los problemas que debe enfrentar un profesor es “cómo obtener esa información, cómo elaborarla y cómo y a quién comunicarla.”(Gimeno Sacristán. Pág.343)

Un tema central de debate es la calidad de la educación. Según que tipo de posicionamiento se establezca distintos van a ser las concepciones de calidad educativa. Y este posicionamiento también está relacionado con las diferentes racionalidades (tradicional, interpretativa, critico) a las que responda la práctica.
Félix Angulo explica que se entrecruzan tres problemáticas, la calidad educativa general, la calidad docente en particular y la gestión de las instituciones de enseñanza. Según el sentido en que se definan estas cuestiones se obtendrán diferentes apreciaciones.
La preocupación por la calidad de la enseñanza se ha convertido en un objetivo de la política educativa. La calidad del sistema educativo es también una preocupación social, cultural y nacional.
Angulo expone primeramente dos concepciones básicas: la calidad como cumplimiento burocrático y la calidad como producción.
Denomina calidad burocrática a “una vez aprobadas las leyes, reglamentos y normas generales para su funcionamiento, administración y gestión, la calidad del sistema educativo se cifra fundamentalmente en su cumplimiento escrupuloso.” Todas las acciones y responsabilidades generales de los docentes y aquellos implicados se remiten a la normativa general.
Características claves: jerarquización de competencias, división de funciones, objetivación, rutinización y estandarización de procedimientos y objetivos, cumplimiento de la legalidad, linealidad en la planificación y control.
En cambio, la calidad como producción ha de centrarse en transformar el sistema educativo en un sistema de producción. La eficacia y la eficiencia del sistema ha sido el objetivo prioritario de las naciones modernas. Esta concepción se encuentra identificada con lo que se denomina ideología del mercado social, una sociedad civil formada por consumidores.
Se destacan las escuelas eficaces, se organiza con objetivos determinados y precisos, una planificación sistemática del trabajo. Dejan de lado en la enseñanza: la creatividad, la crítica, y la contextualización. Utilizan test estándares y pruebas objetivas, es una medición cuantitativa del rendimiento del alumno.
Y finalmente Angulo menciona una tercera concepción que propone: calidad educativa como calidad docente que está constituida por la coherencia entre los fines educativos y las realizaciones y acciones docentes. Se acepta que la calidad es un valor en si misma y no un criterio técnico o una rutina de procedimiento. Los fines educativos son “un bien y una necesidad pública, y requieren la participación, el diálogo, la deliberación de y entre los distintos sectores de la sociedad civil, los responsables administrativos y políticos y los docentes.” La calidad se convierte en una responsabilidad pública y social.
El docente desarrolla una acción reflexiva en tres ámbitos fundamentales que están totalmente fusionados: curriculum, pedagogía y valores educativos.
Curriculum es una selección de contenido cultural, pero es también el proceso de planificación y organización interna por el que se vehiculiza la práctica docente en las aulas.
Pedagogía hace referencia a las estrategias, los métodos y las experiencias de enseñanza y aprendizaje que el docente facilita y propicia; las relaciones sociales que mantiene con los alumnos y la responsabilidad del alumno.
Valores educativos se refieren a la dimensión ética de la práctica educativa. La educación es una actividad en la que unos seres humanos influyen sobre otros. Son relaciones que se sustentan en principios éticos.